El vidrio insulado está formado con un doble acristalamiento formado por dos o más láminas, las cuales están separadas entre sí por una cámara de aire o algún otro gas deshidratado.

Las separaciones entre las láminas son proporcionadas por un perfil de aluminio hueco, en cuyo interior se introduce el producto deshidratante.

Tiene dos sellados: uno que actúa de barrera contra la humedad y otro que asegura la adherencia entre las dos láminas y la integridad del conjunto.

El vidrio insulado ahorra energía en cualquier casa o edificio, mejorando el rendimiento térmico de las ventanas. Crea un ambiente interior más confortable, impidiendo temperaturas extremas y reduciendo los costos de calefacción y aire acondicionado de forma significativa.

Definitivamente el vidrio insulado es la mejor opción para edificios que requieran un control eficaz de climatización.

Artículo creado con información de Solaire.com.sv y Tecnoglass.com.